La tromboangeítis obliterante (también conocida como enfermedad de Buerger) es una rara afección vascular que produce una inflamación recurrente en la túnica de los vasos sanguíneos, afecta tanto a las venas como a las arterias y se caracteriza por causar obstrucciones en las vías sanguíneas de manos y pies.
Causas de la tromboangeítis obliterante
Existen varios detonantes que indican el padecimiento de esta patología, entre las más comunes destacan:
- La hinchazón
Las inflamaciones que se producen de forma natural con la edad, pueden causar que los pequeños vasos sanguíneos se estrechen a tal punto que causen bloqueos, producto de los coágulos de sangre (trombosis). La frecuencia de estas obstrucciones desencadena de forma crónica la enfermedad.
- El fumar
La enfermedad de Buerguer afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque es más común en varones que oscilan entre los 20 y 45 años de edad, además es usual entre los fumadores empedernidos y entre los que mascan tabaco.
Es normal que quienes padezcan esta afección también posean una higiene dental deficiente, probablemente por el consumo de cigarros.
Síntomas de la tromboangeítis obliterante
La tromboangeítis obliterante suele ser más frecuente en los pies, también suele afectar a las manos, e incluso en todas las extremidades del cuerpo. A continuación se presentan algunos de los síntomas que provoca:
- Dedos de manos o pies fríos al tacto.
- Dedos pálidos, que gradualmente se tornan rojizos y finalmente azulados.
- Fuerte dolor repentino en las extremidades (entre ardor y hormigueo).
- Dolor durante estados de reposo de los miembros afectados.
- Claudicación intermitente: Dolor en los tobillos o el arco del pie al caminar.
- Aparición de pequeños ulceras.
Posibles tratamientos
No existe una cura definitiva para tromboangeítis obliterante pero si hay formas de controlar sus síntomas.
- Dejar de fumar
Detener el uso del tabaco suele ser la clave para disminuir las dolencias producto de esta patología.
- Aumentar la circulación
Se logra aplicando calor en las articulaciones afectadas, esto acompañado de sesiones ligeras de ejercicios que aumentan el flujo de la sangre en el área.
- Tomar medicamentos especiales
Toda forma de remedios vasodilatadores, que ayuden a la apertura de los vasos sanguíneos son de gran aporte.
- Intervención quirúrgica
En casos extremos, la realización de operaciones como la simpatectomía, atenúan considerablemente el dolor, de presentarse necrosis e infección puede llegar a ser necesaria la amputación del dedo.