¿Dónde pueden aparecer las varices y por qué?

¿Dónde pueden aparecer las varices y por qué?

Las várices no son más que venas que se hinchan cuando se genera una acumulación anormal de sangre a causa de debilidades en las paredes y válvulas de las venas superficiales.

Esta condición genera que las venas se ensanchen y se dilaten con frecuencia, lo cual ocasiona que la sangre se acumule muy fácilmente si las personas están mucho tiempo de pie.

En esencia, si las venas están dilatadas el flujo de sangre que debe ir desde el pie hasta el corazón invierte su proceso, y por lo tanto, se genera hinchazón en las piernas, así como edemas o trombosis –en los casos más graves-.

¿Dónde pueden aparecer las várices?

Generalmente las várices aparecen en las piernas, pero existen casos en los que también pueden manifestarse en otras zonas del cuerpo humano como los pies, tobillos o  estómago, siendo conocidas como várices esofágicas.

Las dos primeras son las más comunes y sus causas son las mismas que originan esta condición en otros sectores del sistema venoso.

No obstante, hay que destacar que muchas veces las personas pueden presentar válvulas “congénitamente defectuosas”.

Esto se traduce en que existe un factor hereditario de por medio que puede originar la debilidad de las venas, haciendo que se inflamen y se noten con mayor facilidad.

 

¿Por qué se forman las várices?

Todo se genera cuando las válvulas de las venas no logran funcionar apropiadamente. Es decir, cuando no pueden llevar la sangre de vuelta al corazón (en esencia, son las encargadas de impedir que la sangre retroceda hacia las piernas).

En consecuencia, la sangre se acumula en las venas, incrementa su presión y las dilata y alarga formando nudos. Durante este proceso también se resiente la pared de las venas, lo cual puede alterar los tejidos de esa zona considerablemente.

Sin embargo, existen algunos factores de riesgo que pueden acelerar la formación de várices, tales como los que listaremos a continuación:

  • Permanecer mucho tiempo parado

Cuando se está mucho tiempo de pie se incrementa la presión de la columna venosa, y esto dificulta que la sangre ascienda correctamente hacia el corazón.

  • Tener sobrepeso

Estudios han demostrado que la obesidad y el sobrepeso duplican las posibilidades de que las personas desarrollen várices en algún momento de su vida.

Esto se debe a que la cantidad de sangre que llega a las piernas de las personas que sufren estas enfermedades es mayor, de modo que debe ser evacuada por las venas, generando várices que suelen causar dolor, pesadez e hinchazón.

  • El sedentarismo

La falta de ejercicio físico también puede ocasionar várices en las piernas ya que sus músculos permanecen en reposo la mayor parte del tiempo, y por eso les cuesta más trabajo impulsar la sangre hacia el corazón.

  • La herencia

Sin duda, aquellos individuos que tienen antecedentes familiares de várices son más propensos a padecerlas en algún momento. Por lo tanto, deben estar atentos ante las primeras señales de alerta o síntomas de esta condición.

Cuida tu salud venosa

Existen medidas a tu alcance para prevenir la aparición de venas varicosas en tus piernas o tobillos, como mantener un peso saludable, hacer actividad física, no utilizar ropa ajustada, ni permanecer mucho tiempo estático, de pie o con las piernas cruzadas.

No obstante, debes saber que esta condición puede ser tratada con éxito, y que de hecho existen tratamientos muy eficaces hoy en día para devolverle la apariencia estética a tus piernas y para evitar complicaciones médicas importantes en el futuro.