Hasta hace poco si tenías grasa localizada en abdomen, papada o lo que fuere sólo pensabas en tener que pasar por el bisturí si querías combatirla. Pocos eran los que se animaban a someterse a una operación, con los riesgos que conlleva una intervención que requiere quirófano y asistencia.
Una vez más la ciencia revolucionó el estado de las cosas y ahora nos acerca la posibilidad de atacar la grasa localizada sin recurrir al bisturí y con una técnica mucho menos invasiva.
¿En qué consiste la Intralipoterapia?
Es una inyección con una solución de ácido dexicólico, una sustancia gelatinosa y biocompatible ya que la absorbe el organismo. Está indicado para grasa localizada en piernas, brazos, abdomen, caderas y papada, pero no se recomienda para casos de obesidad.
Este ácido se inyecta en el tejido adiposo, la grasa se licúa y los lípidos se eliminan por el sistema linfático. Hay que hacerlo unas 3 veces con intervalo de más o menos 3 semanas entre una y otra vez. Es una inyección mínima y todo es ambulatorio, prácticamente indolora, lo único que sucede es que puede enrojecerse un poco la zona.
No puede atacar la obesidad de lleno, por eso las personas que padecen obesidad deben realizar otro tipo de tratamiento que incluye cambios nutritivos y demás. Este procedimiento es para aquellas personas que sufren puntualmente la grasa adiposa en alguna parte puntual del cuerpo y que es muy difícil atacar, pongamos el caso de la papada, donde no hay ejercicio físico posible.
Adiós quirófano
Gracias a esta técnica impresionante no hay necesidad de temerle al quirófano, la anestesia, o invasiones del cuerpo que sí existen en otras técnicas como la liposucción. Y la otra buena noticia es que hablamos de un procedimiento estético mucho más económico.
¿Es definitivo? Sí, es definitivo, una vez atacada esta grasa no vuelve a aparecer siempre que se lleven hábitos de vida saludables, pero no es una técnica de pérdida de peso, ataca la grasa, pero no la obesidad.
Casos en los que no se recomienda
Además de no hacerse en casos de obesidad tampoco se hace en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y se evalúa en el caso de personas con problemas cardiovasculares.