Enfermedad vascular periférica

Enfermedad vascular periférica

La enfermedad vascular periférica es considerada como un trastorno de la circulación que se caracteriza por ser lenta y progresiva. Incluye todas las enfermedades en cualquiera de los vasos sanguíneos fuera del corazón y de los vasos linfáticos.

Trastornos asociados con la enfermedad vascular periférica

Las partes afectadas con mayor frecuencia son las piernas y los pies, de ahí su nombre: enfermedad vascular periférica. Además, suele ser una patología frecuente en pacientes con patologías coronarias estrechamente ligadas con la aterosclerosis.

Los trastornos asociados con la enfermedad vascular periférica  pueden ser:

  • Oclusivos: sucede cuando la arteria se obstruye.
  • Funcionales: la artería se estrecha o se agranda debido a un espasmo.

Causas de la enfermedad vascular periférica

Las causas de esta enfermedad resaltan por un estrechamiento de los vasos sanguíneos, que transportan  sangre a los músculos de las extremidades inferiores (pierna)  y superiores (brazos). Pero los factores más comunes suelen ser:

  1. Aterosclerosis: acumulación de placa en el interior de las paredes de las arterias, donde se reduce la cantidad de sangre que fluye a las extremidades y el oxigeno de los nutrientes disponible para los tejidos.
  2. Traumatismos: lesiones en brazos y piernas o irregularidades en la anatomía de los músculos o infecciones, causadas por enfermedades de tipo coronaria.

Síntomas de la enfermedad vascular periférica

Aproximadamente la mitad de las personas diagnosticadas con esta patología, no suelen presentar ningún tipo de síntomas. Para los que si presentan, las señales suele estar ligadas con dolores ligeros en las pantorrillas, que pueden ser similares a un calambre. Otras manifestaciones son:

  • Cambios notorios en la piel, como por ejemplo bajas temperaturas en comparación con el resto del cuerpo.
  • Disminución de las pulsaciones en las piernas y en los pies.
  • Tejido muerto por la falta de flujo sanguíneo.
  • Perdida del bello en las piernas.
  • Heridas que no cicatrizan en ciertos puntos de presión como talones y tobillos.
  • Adormecimiento, debilidad o pesadez en los músculos.
  • Decoloraciones rojizas o azuladas en las extremidades.
  • Restricción del movimiento.
  • Uñas de los pies gruesas y opacas.

Los síntomas de la enfermedad vascular periférica  pueden asemejarse a las de otras patologías venosas, por lo que es imprescindible consultar primero a su médico para obtener un correcto diagnóstico.

¿Cómo debe tratarse una enfermedad vascular periférica?

Los tratamientos pueden variar según las complicaciones y el avance de la enfermedad, por ejemplo:

  • Medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo como los agentes anticoagulantes.
  • Angioplastia: Se usa un catéter o tubo hueco para crear una abertura más grande en la artería y así aumentar el flujo sanguíneo.
  • Angioplastia láser: se usa un láser para evaporar la obstrucción la arteria.
  • Cirugía vascular: se coloca una derivación de bypass hecha con un vaso sanguíneo de otra parte del cuerpo, en la zona obstruida para mejorar el flujo sanguíneo.

 

Sin embargo, la mejor forma de evitar la enfermedad vascular periférica es teniendo un estilo de vida saludable para controlar los factores de riesgo.